EMPATÍA

Cuando hablamos de la empatía solemos escuchar que es el “ponernos en los zapatos del otro”, pero es algo más que eso es aprender a comprender sus puntos de vista, reacciones, sentimientos; ya que es un estado emocional que se basa en sentir y pensar como el otro para comprender y reconocer tales emociones (Corrales, Quijano, Góngora; 2017).

La empatía les permite a las personas imaginar cómo es la vida de otro, sin necesidad de tener las mismas experiencias de vida o desconocer por completo las situaciones que esta vive. Por otra parte, nos ayuda a mejorar la interacción social ya que nos brinda la posibilidad de aceptar a personas que piensan y sienten diferente a nosotros,ya que todos los seres humanos somos únicos y vemos y sentimos al mundo de manera distintas (Corrales, Quijano, Góngora; 2017).

Como pueden ver, la aplicamos en todos los ambitos de nuestra vida cotidiana ya que esto implica identificarnos con el otro y así sentir preocupación, compasión o afecto al percibir una situación ajena a nosotros. De este modo “la empatía incluye, tanto respuestas emocionales como la capacidad para entender los estados afectivos de los demás, lo que supone realizar una elaboración cognitiva. Por otro lado, la empatía también se relaciona con la disposición de las personas a realizar comportamientos prosociales y es un factor importante que favorece la inhibición de la agresividad” (Gutiérrez; Escartí; Pascual; 2011)

Hay estudios que demuestran que la empatía está relacionada con el aumento de conductas prosociales, la disminución de la agresividad y que contribuye a la comunicacion asertiva.

Al ser empáticos con nuestros pares y con todo lo que nos rodea podemos establecer vínculos afectivos sanos, donde prime la cooperación, el compañerismo y el respeto.